El blog de una fibro











{julio 5, 2010}   La Vida

 

La Vida

La vida, Qué es la vida?
Para mí, la vida es aprender que…
La vida es caminar,
por los senderos de la reflexión,
a la luz del sol,
a la orilla del mar.
(La vida es dejar huellas)
Entonces, la vida es trascender.

La vida, Qué es la vida?
Para mí, la vida es aprender que…
La vida es un árbol,
que primero fue semilla,
tiempo, para luego convertirse en frutos.
(La vida es aprender a vivir)
Entonces, la vida es crecimiento.

La vida, Qué es la vida?
Para mí, la vida es aprender que…
La vida es hacer poesía,
regalar rosas,
sembrar nobleza.
(La vida es comunicar sentimientos)
Entonces, la vida es humanidad.

La vida, Qué es la vida?
Para mí, la vida es un constante aprender…
(La vida es una escuela)
Entonces, la vida es una reflexión
constante de los actos humanos.

Y para ustedes, mis hermanos(as):
Qué es la vida?



{julio 5, 2010}   HISTORIA SOBRE LA SONRISA

 

Mucha gente conoce «El Principito», un libro maravilloso de Saint-Exupery.
Se trata de un libro extraño y fabuloso y tiene la doble función de ser un cuento para niños y una fábula que mueve a la reflexión a los adultos.
Algunos menos conocen otros escritos, novelas y cuentos del autor.
Saint-Exupery era un piloto de guerra que luchó contra los nazis y murió en acción.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, combatió en la Guerra Civil española contra los fascistas.
Escribió una historia fascinante sobre esta experiencia titulada La sonrisa (Le sourire). Me gustaría compartirla ahora con ustedes.
No se sabe a ciencia cierta si es autobiográfica o de ficción. Personalmente, prefiero creer lo primero.
Cuenta que fue capturado por el enemigo y arrojado a una celda.
Por las miradas despectivas y el trato duro que recibía de sus carceleros, estaba seguro de que sería ejecutado al día siguiente.
A partir de aquí, contaré la historia tal como la recuerdo aunque con mis palabras.
«Estaba seguro de que me matarían. Me puse terriblemente nervioso e inquieto.
Revolví mis bolsillos para ver si algún cigarrillo había escapado al registro.
Encontré uno y me temblaban tanto las manos que apenas pude llevármelo a los labios. Pero no tenía fósforos, se los habían quedado.
«Miré a mi carcelero a través de los barrotes. No hizo contacto visual conmigo.
Después de todo, nadie hace contacto visual con una cosa, con un cadáver.
Le grité: «¿Tiene fuego, por favor?». Me miró, se encogió de hombros y se acercó para encenderme el cigarrillo.
«Al acercarse y encender el fósforo, sus ojos accidentalmente se cruzaron con los míos.
En ese momento, sonreí. No sé por qué lo hice. Tal vez fue por nerviosismo, tal vez fue porque, cuando dos personas se acercan mucho, cuesta no sonreír.
Sea como fuere, sonreí. En ese instante, fue como si una chispa hubiera saltado la brecha entre nuestros dos corazones, nuestras dos almas humanas.
Sé que él no quería, pero mi sonrisa atravesó los barrotes y generó otra sonrisa en sus labios.
Me encendió el cigarrillo pero se quedó cerca, mirándome directamente a los ojos y sin dejar de sonreír.
«Seguí sonriéndole, consciente de él ahora como persona y no ya sólo como carcelero.
Y su mirada pareció adquirir una nueva dimensión. «¿Tienes hijos?» preguntó.
«Si, aquí, aquí.» Saqué mi billetera y busqué tembloroso las fotos de mi familia.
Él también sacó las fotos de sus hijos y empezó a hablar sobre sus planes y esperanzas con respecto a ellos.
Se me llenaron los ojos de lágrimas. Dije que temía no volver a ver a mi familia, no tener la oportunidad de verlos crecer. A él también se le llenaron los ojos de lágrimas.
«De pronto, sin decir una palabra, abrió la celda y en silencio me llevó afuera.
Salimos de la cárcel, y, despacio y por calles laterales, salimos de la ciudad.
Allí, a la orilla de la ciudad, me liberó. Y sin decir una palabra, regresó a la ciudad.
«Una sonrisa me salvó la vida».
Sí, la sonrisa, la conexión sincera, espontánea y natural entre las personas.
Cuento esta historia en mi trabajo porque me gustaría que la gente considerara que debajo de las capas que construimos para protegernos: nuestra dignidad, nuestros títulos, nuestros diplomas, nuestro estatus y la necesidad de que nos vean de determinadas maneras, debajo de todo eso, está el yo auténtico y esencial.
No me da miedo llamarlo alma. Realmente, creo que si esa parte tuya y esa parte mía pudieran reconocerse, no seríamos enemigos.
No podríamos sentir odio, ni envidia, ni miedo. Llego a la triste conclusión de que todas esas otras capas, que construimos con tanto esmero a lo largo de nuestras vidas, nos distancian e impiden que nos pongamos en real contacto con los demás.
La historia de Saint-Exupery habla de ese momento mágico en que dos almas se reconocen.

He tenido algunos momentos así. Al enamorarme por ejemplo.
Al mirar a un bebé. ¿Por qué sonreímos cuando vemos un bebé?
Tal vez sea porque vemos a alguien sin todas esas capas defensivas, alguien cuya sonrisa nos resulta genuina y sin engaños.
Y el alma de niño que llevamos dentro sonríe anhelante en reconocimiento.



{julio 5, 2010}   TAL VEZ MAÑANA

TAL VEZ MAÑANA»

Hace frío. Escondo mis manos en los bolsillos de este viejo tapado y camino sin prisa atontada por los ruidos de la calle. Me detengo frente a la enorme puerta de madera. Revuelvo un poco mi cartera antes de encontrar las llaves.
Mis pasos retumban en el pasillo que me lleva hasta el ascensor. Alguien allí lo está esperando, un desconocido. Podría ser mi vecino. Vivo en un edificio de tantas unidades que no conozco a todos sus habitantes. Subimos juntos. Lo miro de reojo. Se baja en el quinto, no me saluda. Yo sigo hasta el décimo.
Recorro un oscuro pasillo. Abro la puerta “C”. Una vez dentro, la cierro con dos vueltas de llave. Me apoyo en la pared, dejo caer mi bolso. Me rodean el silencio y la oscuridad. Nadie me espera. Habito sola este pequeño departamento.
Prendo la luz. Me quito el tapado. Caliento café para entibiar el alma.
Prendo el televisor. Lo apago.
Prendo la radio. Un poco de música me acompaña. Me acurruco en el sofá. Rueda una lágrima.
Basta de recuerdos. Son tantos los fracasos que me ahogan las esperanzas.
Casi me estoy acostumbrando. Es tan cómoda esta soledad. Y sin embargo a veces me pregunto cuándo llegará mi hora de vivir. Cuándo sentiré más liviana mi carga.
Estoy sola. Y cada año que pasa me siento más lejos de conocer el amor.
Me miro en el espejo. Descubro unas canas, algunas arrugas, y nada que valga la pena entre mis recuerdos.
Casi me estoy acostumbrando. Pero no es justo envejecer con las manos vacías.
La rutina me está matando.
Mi corazón estalla. No tiene sosiego. No tiene paz.
La vida me roza, me despierta y se va.
¿Qué pasa que me escapa y no la puedo alcanzar?
Quiero más. Sentir más.
¿Qué pasa que nada me puede llenar?
La vida me provoca, me agita y se va.
Y el amor… ¿dónde está?
Vida… ¿dónde estás? Te siento, me acaricias y te vas. ¿Por qué te vas? QUIERO MÁS!
Tocar el cielo con las manos, sentir el viento, oír el mar. Mojarme en la lluvia, llenarme de música y volar. Mi corazón explota de ansiedad.
Pero basta de sueños, ya es tarde.
Busco algo de comida en la nevera. Apago la radio, prendo el televisor. Casi me estoy acostumbrando a esta vida tranquila y sin altibajos. Pero tan monótona y agobiante como una canilla goteando.
Me recuesto. Sola.
Parece que me estoy acostumbrando, pero no es cierto, no tolero esta soledad, no ha sido mi elección.
Y todavía me pregunto de dónde saco fuerzas para seguir sobreviviendo. Para soportar la competencia, la envidia, la indiferencia.
Paso de un canal a otro. Nada que atraiga mi atención. Apago el televisor.
Busco las pastillas para dormir. Una, dos, todo el frasco sería mejor.
Fantaseo.
Algunos se preguntarán por qué. Preguntarán qué historia se esconde detrás de este suicidio. Una historia de hastío.
Nadie le encontrará sentido a esta muerte. Yo no le encuentro sentido a mi vida.
Pensamientos lúgubres cargan el ambiente como las negras nubes oscurecen la tierra. De pronto una llamada telefónica truena en mi cuarto presagiando lluvia refrescante. Una voz amiga me consuela. Sus palabras son pinceles de esperanza pintando un arco iris.
Guardo todas las pastillas. Mañana quiero estar bien despierta. Mañana tengo una cita importante. Mañana, la vida, no se me escapa.



{julio 5, 2010}   HASTA SIEMPRE

 

Cuando muere un escritor
realmente no se muere
porque deja el corazón
latiendo hoy y por siempre
dentro de cada palabra,
dentro de cada escrito,
dentro de cada casa
en la que habitan sus libros.

Saramago se ha marchado
a pesar de lo que dijo,
y es que estar enamorado
era el único camino
para escapar de la muerte
que le dio caza ayer mismo.

Defensor de sus ideas
utilizando palabras
por ser la única arma
que utilizar se debiera.
Hombre honesto y muy honrado
supo ser siempre sincero
pero evitando hacer daño.
Ilustrado cerrajero
que a sí mismo se ha forjado.
Hombre prolijo y sereno
con un inmenso legado.
Y, sobretodo, un inmenso
ser humano enamorado
que detuvo por amor
las manillas del reloj
cuando vio a su ser amado.

Sé que no lo quisiera
el maestro Saramago,
pero la muerte pudiera
como el soñó con su ensayo
haber sido intermitente
y dejarnos disfrutarlo
porque el mundo no merece
que se vaya Saramago.



{febrero 5, 2010}  

EN LA PLAZA
Ahí está con toda su humanidad, sentado en el banco de madera de la placita del barrio; cada vez que pasa una minita (mujer joven, lunfardo argentino) la mira como embobao, la sigue con los ojos, hasta que ella se pierde en las calles adyacentes. Así él, está cumpliendo con el ritual, que se ha formado a través de los días. Porque ya no puede caminar mucho, porque le duelen los pies y todos los huesos. Así que, se sienta, a la hora prefijada por el mismo ( las 11am) y se queda ahí mirando a las mujeres caminar, a sus trabajos, al supermercado que está cerca, o paseando a a plaza.
un niño, o por último a las mujeres que vienen con sus perros, para que estos corran y hagan sus «necesidades». Cuando ve pasar a una joven, la sigue con ojos de gato hambriento, cuando ve la carne en la carnicería, y la imagina desnuda. Sí, desnudita mi alma, piensa. ¿ Donde la tocaría primero?. Sin pensarlo mucho, en las tetas, por supuesto. Senos jóvenes, turgentes, como frutas maduras, a punto de comer. Sin quererlo se relame, como si fuera el gato mencionado.
Ayer, cuando vio pasar a la morocha del mismo edificio en que él vive, casi se desmaya de la impresión. Ella, con unos pantaloncitos muy cortos y ajustados (¡Maldita! pensó, sabrá que casi me da un infarto mirarla, ¡No que va a saber esta!). Quizás hoy la vea pasar de nuevo, a la morocha, que cuando lo ve le sonríe, la muy tuna. Pasan las horas y nada. Seguro, que ya no viene.
Entonces se dedica a mirarle las piernas a la gordita que vienen con el perro pequeño, ese que se parece a uno que sale en la TV. La gordita tiene un muy buen trasero, de esos que pareciera que reventaran el pantalón de su dueña. Ella lo saluda siempre. Ambos son habituales de la plaza del barrio. El le sonríe con cara beatífica, ella le corresponde la sonrisa. Se acerca, y se sienta al lado de él y lo saluda. ¿Como le va abuelo? ¿Tomando solecito?



{febrero 5, 2010}   DE VUELTA

Hace mucho que no escribo en este mi espacio, no tengo mucho tiempo la asociación me ocupa casi todo mi tiempo.
Pero voy a intentar al menos poner algo de vez en cuando, y empezare con unos relatos eróticos, para darle algo de vidilla a esto.



{abril 20, 2009}   AMIGAS

gorditaAMIGAS

  El mundo está loco. Definitivamente loco. Lo rico, engorda. Lo lindo sale   caro.  El sol que ilumina tu rostro, arruga. Y lo realmente bueno de esta   vida, despeina.  

  ¿Hacer  el amor? Despeina. ¿Reírte a carcajadas? Despeina. Viajar,  volar,

  Correr,  meterte  en el mar, quitarte la franela, despeina. Bailar  hasta

  Que  dudes  si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el

  Pelo  irreconocible. La primera vez que nos veamos yo voy a estar con  una

  Bata  celeste  y el pelo revuelto. Sin embargo, no tengas dudas, va a

Ser   el momento más feliz de mi vida.  

  Es  ley  de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir

  En el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.

 

 

  Mujer que no  te  veas  tentada  a  ser  una  mujer  impecable,  peinada y

  Planchadita  por  dentro  y por fuera. El aviso clasificado de este mundo

  Exige buena presencia. Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza,

  Come  sano, adopta un perrito. Y tú sigues las instrucciones hasta que

Un día  te  miras al espejo, dejas el perrito en el parque y dices: OK,

Todo   muy lindo pero

 

 ¿Cuándo me van a dar la orden de volver a ser feliz?

 

  Ese  día  te  vas a dar cuenta que para lucir linda, te tienes que sentir linda.

 

¡La persona más linda que puedas ser!

 

  Para  eso,  las  mujeres del siglo XXI tenemos algunos trucos.

Nos   escondemos  las arrugas  y nos resaltamos los lunares. Ya no dejamos que   subestimen  lo  que pensamos. Y dejamos de subestimar el poder de un

Buen escote.  Inventamos  una  palabra: metro sexual.  Para que sean ahora ellos los que vivan  paranoicos  con  las cremitas, el pelito y los masajitos, mientras  nosotras nos reunimos con amigas.

 

Mujer,  imagínate  con  un  traje  de Oscar de la Renta, o con un mono de trotar en la cola del supermercado, o durmiendo con una camisa del hombre de  tu  vida.

 

Lo único que importa es que al mirarte, veas a la mujer más linda que puedas ser. 

  Aquí  va  mi  humilde  recomendación. 

 

Baila, enamórate, relájate, viaja, salta,  acuéstate tarde, levántate temprano, ponte linda, ponte cómoda,  y sobre  todo,  deja  que la vida te despeine.

 

Lo peor que puede pasarte es  que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.

 

  Porque el mundo es hermoso. Definitivamente hermoso 

 



{abril 20, 2009}   DESESPERACIÓN

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Luz sobre montañas                                                                    

Mares encrespados                                                                     

Con crepitar de almas                                                               

En busca de sueños alados                                                          ,

                                                                                                      

Porque la vida te puso                                                                

Tan lejos del ser amado                                                              

Cruel realidad de una vida                                                          

Burlesca ironía del destino

 

Tan cerca y tan lejos te veo                                                       

Que cuanto más busco                                                                

Más desespero,                                                                 

Siento que te siento                                                                   

Pero el sentir es pesar                                                            

Pensar para no sufrir                                                             

Amar para no pensar                                                                         

En la lejanía del querer                                                                                                

Cuando querer y sufrir

Por la crueldad del no poder                                            

Sin mi sueño solo es sentir                                                   

Jamás podré ya vivir                                                          

Si solo te puedo querer. 

 



{abril 20, 2009}   PENSANDO EN TI

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Una vez más en mis noches

El sueño no viene a verme,

Mi cabeza se revuelve,

Mirando sombras del suelo

Y aquí, sola, en mí desvelo

Sin quererlo, pienso en ti.

 

Me pregunto como eres,

Como es tu voz o tus gestos,

Como es tu risa y tu cuerpo

Como es tu cara y tu cruz

Y así pensando en como eres

La noche se hace mas corta

Pero eso, ya no me importa

Pues lo importante eres tú.

 

A ti que no se como eres,

Dedico mis pensamientos,

Disculpa mi atrevimiento,

Pues no lo puedo evitar

Y es que aquí dentro, en mi alma

Se forma los sentimientos

Y aunque ahora mismo no entiendo

Porque estoy pensando en ti

 

Debo confesar que siento

Algo especial que me dice

Que ahora eres parte de mí….

Una vez más en mis noches

El sueño no viene a verme

Y mirando el infinito

Me quedo pensando en ti…..

 



{abril 20, 2009}   UNA SONRISA

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Una sonrisa no cuesta nada pero vale mucho

Enriquece a quien la recibe

Sin empobrecer a quien la da

Apenas dura un instante

Pero su recuerdo puede ser eterno

 

Nadie es tan rico que no la necesite,

Ni tan pobre que no pueda darla.

Es la señal visible de la amistad.

Una sonrisa da repaso a quien esta fatigado

Y coraje a los más débiles.

 

No se puede comprar, prestar ni robar.

Porque es algo que no tiene valor

Hasta que se entrega.

Y si usted alguna vez  se encuentra a una

Persona que no sabe sonreirá,

Sea generoso, déle la suya

Porque, sepa que nadie tiene tanta necesidad

De una sonrisa, como aquel que es incapaz de dársela

A otros.



et cetera